Vivir en España después del Brexit ya no volverá a ser lo mismo para casi 400.000 británicos que residen en nuestro país.
Al separarse el Reino Unido de la Unión Europea, la situación legal del gran número de ciudadanos ingleses que viven en España ha cambiado y ha modificado trámites, como el permiso de residencia, la obtención del NIE, abrir una cuenta bancaria o comprar una propiedad, etc.
Las condiciones para vivir en España después del Brexit no solo han cambiado para los británicos residentes en el país antes de la separación, sino también para aquellos ciudadanos del Reino Unido interesados en establecerse en España.
El NIE, Número de Identificación de Extranjero, es un documento electrónico que deben tener todos los extranjeros relacionados con España por distintos motivos, y sin importar si son residentes extranjeros o van a estar por menos de tres meses.
Los requisitos para obtener el NIE son:
El NIE se solicita en la Dirección General de la Policía o en la Comisaría General de Extranjería y Fronteras.
Algunas cosas no van a cambiar al vivir en España después del Brexit. Los pasos que debes dar para abrir una cuenta en España siendo un residente extranjero siguen siendo los mismos:
Vivir en España después del Brexit y comprar propiedades sigue siendo posible y una gran oportunidad para aquellos ciudadanos británicos deseosos de invertir.
Aunque no sean ciudadanos de la Unión Europea, los británicos gozan de los mismos derechos y garantías que los ciudadanos de la UE a la hora de comprar bienes inmuebles en España.
Los requisitos para comprar propiedades son los mismos que antes del Brexit, y lo único distinto es que los británicos deberán solicitar un permiso militar si desean comprar una propiedad que linde con una base militar.
El Brexit no afectó los impuestos asociados con la compra o transferencia de propiedad, tales como el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, el Impuesto sobre el Título de Propiedad, la tasa de registro de la propiedad, etc.
Pero sí cambió el porcentaje de los impuestos que deben pagar por los ingresos debido al alquiler de propiedades. Antes, los ingleses pagaban un 19 % sobre los ingresos generados por el alquiler; ahora deben pagar un 24 % del Impuesto Sobre la Renta de No Residentes.