Antes de adquirir una propiedad, es fundamental obtener una nota simple del registro de la propiedad para verificar la situación legal del inmueble. Este documento, junto con la certificación catastral del catastro, proporciona información detallada sobre la propiedad y su valor de referencia.
Es recomendable contar con la asesoría de un notario para autenticar todos los documentos necesarios, incluyendo el contrato de reserva y el contrato de arras, que aseguran la reserva del inmueble hasta la firma definitiva. También se debe gestionar el certificado de eficiencia energética, que indica el consumo energético del inmueble.
El representante fiscal es esencial si el comprador no reside en el país, y el poder notarial permitirá realizar trámites en su nombre. Al momento de la transacción, es común utilizar un cheque bancario o una transferencia internacional para el pago.
La plusvalía es un impuesto a considerar, y se debe verificar que no exista ninguna infracción urbanística mediante el correspondiente certificado. Además, es crucial confirmar la conexión al alcantarillado o, en su defecto, la existencia de una fosa séptica adecuada.